Estimada/o compañera/o:
Nos encontramos ante la grave situación por la que está atravesando la sociedad y el nulo reconocimiento que desde las diferentes instituciones públicas y privadas están haciendo en relación con la aportación específica e imprescindible de las enfermeras y enfermeros en nuestro Sistema Sanitario.
A lo largo de las últimas décadas, desde diferentes instituciones y sectores de la Enfermería, hemos ido trasladando a las autoridades sanitarias y responsables políticos, las grandes deficiencias que encontrábamos en nuestro Sistema Sanitario, así como la necesidad de un desarrollo efectivo de todo el potencial competencial de las enfermeras/os, con el fin de contribuir en la mejora de la salud y seguridad de todos los ciudadanos, haciendo más sostenible nuestro Sistema Sanitario. Situación esta que hemos visto agravada tras los más de dos años en los que hemos estado inmersos en esta terrible pandemia del COVID-19 y en la que hoy, ya nadie duda de las grandes debilidades y carencias que tenemos.
Muchas han sido las cuestiones planteadas desde nuestra profesión para contribuir en la mejora de la atención sanitaria, ante un modelo asistencial caduco, ineficaz e ineficiente. De forma prioritaria, los aspectos que tienen que ver con una adecuada planificación, desde la racionalidad de las necesidades reales de los cuidados que necesita nuestra sociedad de hoy y de futuro, con perfiles competenciales y dotación de plantillas que permitan dar una respuesta y atención sanitaria de calidad y seguridad, en la que no tengamos que sufrir ningún tipo de agresión, ya sea física o verbal, favoreciendo entornos laborales seguros y en las mejores condiciones para favorecer la dignidad profesional que todas las enfermeras/os se merecen. De forma muy llamativa habría que resaltar la grave discriminación que sufrimos al no permitir que estemos considerados al mismo nivel en el Grupo A de la administración, sin subgrupos, limitando e impidiendo nuestro desarrollo y avance profesional, a pesar de que no existen diferencias en cuanto a nuestro nivel académico respecto de otras disciplinas. Asimismo, una apuesta decidida por aportar soluciones a los retos en el ámbito de la investigación y una adecuada formación de nuestros estudiantes.
Ha llegado el momento de pedir hechos y no sólo palabras. Las enfermeras y enfermeros tenemos un gran compromiso ante nuestra sociedad y siempre lo hemos dado todo, tal y como se ha demostrado en esta terrible crisis sanitaria y los ciudadanos en su conjunto lo han sabido reconocer. Pero los responsables políticos y autoridades sanitarias han ignorado sistemáticamente nuestros planteamientos y potencial profesional.
Por todo ello, hemos decidido convocar una manifestación en Madrid el próximo 18 de junio, como una más de las acciones que llevaremos a cabo en un futuro, en defensa de nuestra profesión y de la salud y seguridad de las personas. Queremos aunar las voces de todas las enfermeras y enfermeros y de los ciudadanos. Por ello, os pedimos la máxima participación. Desde las organizaciones convocantes de Unidad Enfermera hemos hecho un esfuerzo para que ese día la visibilidad la tenga la profesión, por lo que a nivel de imagen se ha decidido que no haya logos o eslóganes que identifiquen a las instituciones, organizaciones o asociaciones. Queremos que predomine el color blanco y por ello os pedimos que esta sea la imagen que demos como profesión, incluso si os es posible identificándonos con batas o chaquetillas de trabajo de color blanco. Asimismo, vamos a facilitar el traslado hasta Madrid para quienes lo necesiten, para lo que podréis consultar con vuestro Colegio provincial de Enfermería o la delegación provincial del sindicato de Enfermería SATSE.
La concentración inicial será a partir de las 11 de la mañana en la plaza de Jacinto Benavente (cercana a la puerta del Sol) y transcurrirá posteriormente, pasando por el Congreso de los Diputados, hasta las inmediaciones del Ministerio de Sanidad.
Os pedimos la máxima colaboración para que el desarrollo de esta manifestación, que queremos sea histórica, transcurra con total normalidad y respeto, atendiendo a las indicaciones de los organizadores. Es muy importante que mantengamos la unidad, evitando personalismos y mensajes dispersos, que lo único que darán a entender ante las autoridades sanitarias y responsables políticos es desunión.