- Los datos de asignación de residentes por cada enfermera resultan extremadamente preocupantes y dejan en evidencia la vulnerabilidad del sector. Difícilmente se puede prestar el cuidado adecuado a las personas residentes cuando una sola enfermera tiene entre 50 y 100 personas a su cargo.
- La baja retribución y la situación de sobrecarga asistencial que deben afrontar diariamente las enfermeras hacen que estos puestos no sean atractivos para los profesionales.
- Sólo 3 de cada 10 residencias tienen historia clínica compartida con otros centros sanitarios, por lo que se rompe la continuidad asistencial.
- Durante la crisis sanitaria ha fallecido una media del 5,5% de los resistentes de los centros: lo que podría suponer en torno a 20.000 personas.
- Ha habido una escasez generalizada de material de seguridad en las residencias, especialmente de EPIs. Y dicha escasez ha sido un 14% mayor en la públicas que en las privadas.
- Uno de cada diez de los centros sociosanitarios analizados (un 12,5%) seguía sin disponer de un plan de respuesta frente al COVID-19, un dato tremendamente preocupante cuando estamos ya inmersos en la segunda oleada
El pasado mes de junio, la Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería y el Sindicato de Enfermería SATSE, acordó poner en marcha un estudio conjunto que analizase la situación en la que se encontraba el sector sociosanitario. Era necesaria una radiografía de este sector después del durísimo golpe que había supuesto la pandemia por COVID-19, causando miles de fallecimientos entre los residentes; un trabajo independiente y científico que contase con la visión y el análisis de la única profesión experta en los cuidados de las personas a lo largo de toda la vida: las enfermeras.
Tras meses de trabajo intensivo, hoy se ha presentado, en rueda de prensa telemática, el estudio “Análisis de la situación de las residencias sociosanitarias en España”. Una investigación independiente realizada gracias al trabajo de campo de los delegados y delegadas de SATSE y que, junto a la Mesa de la Profesión Enfermera, ha contado con la colaboración de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG).
La rueda de prensa ha contado con la intervención de Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería de España (CGE); Manuel Cascos, presidente del Sindicato de Enfermería SATSE; José Luis Cobos vicesecretario del CGE y coordinador del Estudio; así como con la participación de Fernando Martínez Cuervo, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG) y Pilar Lecuona, enfermera especialista en geriatría y gerontología.
Para llevar a cabo este estudio se han analizado un total de 272 centros sociosanitarios de toda España con representación en todas las CC.AA. La muestra contaba con un 25,3% de centros públicos y un 74,3% privados o concertados; asimismo, también se han analizado centros de todos los tamaños, que van desde los pequeños con 25 residentes hasta los más grandes, que cuentan con más de 100 residentes.
Una sobrecarga que llega a superar los 100 residentes por enfermera
Uno de los datos más preocupantes obtenido en el estudio es el elevadísimo número de residentes que tiene asignado cada enfermera en el sector sociosanitario, que se incrementa todavía más en los turnos de tarde y noche y de fin de semana. De forma global, una enfermera tiene asignado un total de 46 residentes por la mañana y 71 por la tarde, un valor desproporcionado que se multiplica en el caso de los domingos y festivos (71 pacientes por enfermera en los turnos de mañana y 92 por la tarde).